viernes, 13 de febrero de 2015

1990 - BAIKAL - URSS

Por primeravez en la historia del Camel Trophy, el evento se celebró en el emisferio norte.

El evento ademas tenia especial relevancia ya que ningun otro evento internacional tuvo lugar en la URSS.

La caravana pasó por los vastos bosques del este de siberia y tuvo como protagonista el lago mas profundo del mundo con 1680m, el lago Baikal.


El Camel Trophy partió desde   Bratsk en dirección sur hasta Kob, luego continuó a través del inmenso bosque de Tiga, desde Kachug hasta el lago Biakal, despues al oeste hasta el final en Irkutsk en el río Angara. El total abarcaba poco más de 1.600 km.












Al final del evento, la victoria general fue para el equipo holandés de Rob Kamps y Stijn Luyx, que se llevó el Camel Trophy por segunda vez. El codiciado Premio Espíritu de Equipo fue para el equipo de las Islas Canarias de Carlos Barreto y Fernando Martín.
 
 
 
 
 Los participantes:



Paises participantes:
Austria Karl Haas & Christian Laucher
Belgium Alain Duriau & Rudy Coenen
Canary Islands Carlos Barreto & Fernando Martin Premio Espiritu de Equipo
France Jean Barry & Philippe Bessat
Germany Erik Brandemberg & Hanes Herman Ruthe
Greece George Delatolas & Nick Pastras
Holland Rob Kamps & Stijn Luyx Ganadores Camel Trophy
Italy Giuseppe Griffo & Umberto Fiori
Japan Bunshiro Tani & Masaquni Hisayuki
Russia (Soviet Union) Mark Poldaski & Anatoly Kuznetov
Spain Alex Baylin Zaldua & Moises Torrallardona I Jou
Switzerland Vito Augustin & Jean-Samuel Costa
Turkey Gengiz Kadir Nomer & Cem Kitapci
United Kingdom Andrew Dacey & Richard Tomlinson
United States Lee Magee & Fred Monsees
Yugoslavia Andrej Skafar & Ognjen Sokolovic
Coches de equipo: Land Rover Discovery 200Tdi 3 puertas (19)
Vehiculos de soporte: Land Rover 110 (4) y 127 (5)
Distancia: por carretera ,1650 km
Número de equipos: 16


1991 - TANZANIA - BURUNDI


La edición de 1991 vuelve al continente africano, cosa que no hacia desde la edición de 1983. Esta edición cuenta con 17 paises participantes. Polonia participa por primera vez.

El vehiculo escogido para esta edición es el Discovery 200 TDI versión de 5 puertas y los vehiculos de apoyo son LR 110.



La ruta de esta edición pretende recrear el trayecto que realizó el famoso explorador escocés Dr. David Livingstone, quien dirigió una expedición para descubrir la fuente del Nilo en el siglo XIX.

El trayecto fué de 1800km a través de algunos de los paisajes más espectaculares  de África, mientras que permitió observar las especies de vida silvestre más valiosas y en peligro de extinción. Todo esto desde Dar Es Salaam, Tanzania, a Bujumbura, Burundi.

Con la llegada de la lluvia, la mayoría de los caminos de Tanzania se vuelven peligrosos y difíciles. El avance de la caravana, por lo tanto, se redujo drásticamente.

Este fue el primer evento en el que se utilizó un nuevo sistema de evaluación y adjudicación de puntos. Este nuevo sistema permitió tres ganadores potenciales ya que se dieron tres premios: Trofeo Espíritu de Equipo (Team Spirit Award), Trofeo de Tareas Especiales y el Trofeo Camel Trophy.

A pesar de que la introducción de tareas especiales representan un alejamiento gradual del estilo de aventura que el Camel Trophy habia tenido hasta ahora, en el futuro, el ganador global de la prueba sería identificado a través de un cálculo combinado entre los resultados de las tareas especiales y espíritu de equipo.       


Al finalizar este Camel Trophy donde el dormir era un lujo raro, los austriacos ganaron el premo de las Tareas Especiales mientras que los turcos ganaron el premio al espiritu CT y la prueba global.



Video completo de la edicion de 1991 en inglés:


1988 - SULAWESI

Con la sorprendente victoria del equipo turco, ha finalizado la novena edición del Camel Trophy, que durante 2 semanas ha recorrido de norte a sur la isla se Sulawesi. Este año la isla Indonesia ha tenido el honor de albergar la novena edición del Camel Trophy.
Galip Gurel, un dentista de 30 años, ex integrante del equipo turco de Waterpolo, y Ali Deveci, un fabricante de lámparas de 30 años, han sido los ganadores de la edición 1988 del Camel Trophy.

El equipo turco, autentica revelación de este año, ha figurado siempre en las primeras posiciones en las pruebas especiales, alcanzando la victoria holgadamente sobre el equipo belga, segundo clasificado, y el equipo holandés, que resultó finalmente tercero tras aspirar en algún momento a la victoria final


A diferencia de otras muchas islas Indonesias, solo la parte noreste y suroeste de Sulawesi, es volcánica. El resto de la isla consiste en irregulares tierras altas y escabrosas planicies a 500 metros de altura sobre el nivel del mar.

Estas condiciones tan variables se encontraron los 12 equipos y sus Defender 110 Station Wagon en sus más de 2000 kms a través de formidables montañas y a lo largo de caminos por el interior de selvas tropicales, dotándoles de un desafío similar al de años anteriores con un clima muy extremo.

Sin embargo esta edición que no ha contado con la dureza característica de otras ocasiones, tenía como principal innovación la de agrupar las pruebas especiales, al principio y al final del recorrido ,todo esto para evitar la lamentable situación del año anterior. 4 pruebas al principio y 4 pruebas al final. Unas pruebas que se han basado, sobre todo, en la regularidad y en las que los participantes han tenido que hacer uso de calculadora y terra-trip, un aparato que ha dado bastantes quebraderos de cabeza a los doce equipos participantes, no por su funcionamiento, sino por su deficiente instalación. 

Destaca, por ejemplo, el caso del equipo peninsular que , al igual que otros participantes, cada vez que hacia tocar el claxón, el terra-trip avanzaba cientos de metros, con los consiguientes errores de calculo a la hora de entrar en los controles de las pruebas especiales.

Con esta nueva formula, los equipos se sumergen totalmente en la competitividad de las pruebas especiales durante las primeras 36 horas del evento, y luego podrán saborear plenamente la magnificencia de los paisajes por los que pasarán.

 Los equipos parten de Manado donde han recibido una danza de bienvenida por parte de los nativos y recorreran la isla indonesia hasta llegar al lugar donde se celebran las pruebas especiales finales en Torajaland, a unos 200 kms al norte de la meta final en Ujung Pandang. Distancia total 2.092 kms. Hay que destacar que por primera vez participan los equipos de Argentina y Turkia.

 
En los 2 días de pruebas ha sido el equipo turco el que ha salido vencedor, gracias a tu técnica de conducción y navegación. Una vez finalizadas estos 2 días de pruebas los 12 vehículos de los equipos y los 8 vehículos de apoyo parten hacia las montañas. Es una ruta que no se ha usado en los últimos 6 meses y los participantes han de reabrir esta ruta. Está plagada de árboles caídos y avanzan muy lentamente. Los equipos belga y españoles sufren algunos contratiempos, caídas en zanjas, rotura de puentes (que se vuelve a reparar para su posterior uso). Los equipos habrán usado 16 veces el winch para retirar hasta un total de 31 árboles.

La gasolina es transportada en carros y abastece a los vehículos antes del ascenso a las montañas. Aquí se encuentran el obstáculo más importante de toda la ruta, un deslizamiento de tierras. Se trabaja muy duro, cavando y retirando tierra. Al final se han de poner las guías metálicas para poder pasar. A 1.500 metros sobre el nivel del mar se encuentran una raíz enorme atravesando el camino. Hay que retirarla y se emplean picos, hachas, sierras mecánicas (que aprendieron a usar en Eastnor Castle), winches, y muchos músculos.

Al descender, se encuentran con un río donde se bañan por primera vez en varios días. Aquí vuelca uno de los vehículos de apoyo que transportaba suministros, material de primeros auxilios, provisiones y otras cargas necesarios. En poco tiempo vuelve a su sitio con la ayuda del resto.





 
El equipo belga ha roto la transmisión y es arrastrado por los franceses. Están a punto de caer en un barranco de 400m por no estar atentos y por la longitud de la cuerda. Optan por hacer un tren para arrástrarle (los franceses delante, ellos en medio y detrás otro coche empujando con 2 barras de hierro sujetas a los ganchos dixon baton) .
  
Durante el desarrollo de las cuatro ultimas pruebas especiales, el equipo peninsular no ha podido escapar de la mala suerte que se cebo con ellos en las cuatro primeras celebradas en los alrededores de Manao, al norte de la isla. Tras hacer un crono sin penalizaciones en la primera, de 12 kilometros, y por una protesta de los equipos belga y japones, la organización revisó los controles y halló un error de 140 metros que hizo perder la primera posición al equipo peninsular, relegándole a los últimos lugares.
 
Por el contrario, tras la corrección del control, el equipo canario pasó a ocupar la primera posición. Tampoco las tres pruebas que restaban para la finalización del Camel Trophy resultaron más beneficiosas para Esarte y Pardo, que finalmente alcanzaron el noveno puesto por delante de Alemania, Francia y Argentina, que fue el último equipo clasificado.

Por su parte, el equipo canario, formado por Mario Villavicencio y Wourter Cheri, alcanzó una meritoria quinta posición final, que con un poco más de suerte se podría haber convertido en un tercer puesto. El premio al Espíritu de Equipo fue a parar a Jim Benson y Marc Day del Reino Unido.













1987 - MADAGASCAR


En el mes de marzo de 1987 se dieron cita en Antananarivo, la capital Malgache, los 14 equipos pertenecientes a Estados Unidos, Italia, Holanda, Francia, Alemania, Turquía, Malasia, Gran Bretaña, Japón, Brasil, Suiza, Bélgica y España, que participo con un equipo peninsular y otro canario.
Para esta edición en Madagascar, hubo que escoger entre más de medio millón de aspirantes de todo el mundo, personas que querían demostrar que poseían resistencia física, habilidad, intuición y compañerismo que exige la filosofía del Camel Trophy. Los seleccionados se reunieron en el Hotel Milton de Antananarivo donde se estableció el centro de operaciones de la organización. Durante las reuniones con los participantes, se les anuncio que seria el Camel Trophy más difícil de su historia, debido al difícil clima intertropical y las duras condiciones geográficas de la isla. Estaban en plena época monzónica, con un ambiente caluroso y húmedo donde los cuerpos se convierten en un incesante rió de sudor. Los galos y británicos estuvieron a punto de abandonar debido a trastornos intestinales por los 38 grados a la sombra.

Madagascar es un paraíso medioambiental, cabe destacar que cuenta con más de 10.000 variedades de plantas, cuatrocientas especies de anfibios y reptiles incluyendo cocodrilos y camaleones y multitud de especies de insectos cuya increíble voracidad pudieron comprobar en su propia piel los participantes en el Camel Trophy.
 El 26 de marzo se dieron cita en Diego Suárez, el punto de partida para esta edición, en el norte del país, donde fueron recibidos con hospitalidad por parte de la población y las autoridades. Allí se encontraban los otros protagonistas, los Range Rover, en versión turbodiesel. Los participantes ya tuvieron ocasión de familiarizarse con su conducción unas semanas antes en Eastnor Castle donde Land Rover tiene sus instalaciones, así como de su mecánica y el uso del winch. Veintiun vehículos, catorce de los equipos participantes, más otros siete de apoyo, asistencia, taller y servicio médico, emprendieron la marcha dispuestos a seguir la ruta que habría de conducirles, tras 18 días y a lo largo de 2.500 kms, hasta Fort Dauphin, en el extremo opuesto de Madagascar. El recorrido discurría de norte a sur de la gran isla africana.

Por primera vez en la historia del Camel, los periodistas podrían viajar en el interior de los vehículos de los participantes. Las primeras jornadas de la expedición transcurrieron sin grandes problemas, avanzando bastante rápido hasta que llega al interior del país penetrando a través de una impresionante vegetación cada vez más tupida, es el umbral de la selva malgache. Las recientes lluvias han borrado todo rastro de camino, los mosquitos han empezado a hacer de las suyas y cada vez resulta más difícil avanzar entre el fango. El domingo 29 se llega a las cercanías de Antsohihy donde se celebra la primera de las Special Tasks, que consiste en atravesar 80 metros de fango en un tiempo inferior a 4 minutos. Los británicos son los vencedores.
 
Cuando ya se llevaban recorridos seiscientos kms, comenzaron a encontrarse los obstáculos más importantes, pozas de fango de más de 1 metro , precipicios, caminos cerrados por frondosa vegetación, etc. El equipo francés rompió el diferencial y los canarios perdieron la baca en un fuerte desnivel junto a las bolsas de víveres, bidones de gas-oil y agua, que fueron a parar al fango.
La segunda prueba especial, en los alrededores de Mandritsara, consistió en recorrer por la noche una distancia de 40 kms, en una típica prueba de orientación contra reloj. Los estadounidenses vencieron en esta prueba.

 
Al día siguiente comenzaron las lluvias monzónicas que destrozaron caminos, puentes, riberas, etc y hubo que emplear algún tiempo en rehacer con troncos varios puentes arrasados por el crecimiento del caudal. Al intentar cruzar el río Simiona, se encontraron con 200 metros de anchura y mucha profundidad, hubo que buscar un paso alternativo para llegar a Andilamena. En esta etapa el vehículo del médico sufrio un aparatoso accidente volcando. Hubo que suspender algunas pruebas especiales y cambiar otras debido a las dificultades encontradas y al retraso acumulado. La tercera prueba consistió en avanzar la máxima distancia posible sin ayuda del winch, ganando los alemanes. Los españoles hicieron una buena actuación en este recorrido, y las malas lenguas lo achacaban al hecho de que Miguel de la Quadra-Salcedo , los estimulaba con suculentos filetes de cebú y raciones de pescado fresco que el mismo cazaba y pescaba.
  
La peor prueba para los Range fue la de subir una respetable rampa en el menor tiempo posible. Los Range Rover sufrían lo suyo y su talón de Aquiles fueron los diferenciales. Cinco vehículos rompieron el difencial al menos en una ocasión, lo que ocasiono la falta de repuesto. Los participantes deben afrontar las reparaciones y prácticamente todos pudieron reparar y continuar sin mayores problemas. En el ecuador de la prueba, el terreno se suaviza, dejando atrás la zona selvática e internándose en la planicie. Deja de llover pero el calor es sofocante. Aquí se realizan más Special Tasks, incluyendo una donde se colocan los coches en una zona de barro y hay que desatascarlos en el menor tiempo posible.
Cerca de Manajary hubo que hacer uso de unas balsas rudimentarias usadas por los nativos para poder cruzar un caudaloso río. Uno a uno, los veintiún vehículos fueron pasando, pero el retraso fue muy importante teniendo en cuenta los 45 minutos que tardaba la balsa en hacer el trayecto de ida y vuelta. Dauphin aun estaba lejos, era preciso, por tanto acelerar al máximo la marcha.

El paisaje se volvía cada vez más desértico y se avanzaba con rapidez aunque ahora el enemigo eran los terribles tsing, piedras afiladas que causaban estragos en los neumáticos de los vehículos y en la paciencia de los conductores. Tras bordear el cabo de Santa Maria, se divisaron las playas de Fort Dauphin, y el 12 de abril en la capital malgache tuvo lugar la clausura oficial de la prueba y la entrega de premios a los ganadores. Los italianos Mauro Miele y Vicencio Tota recibieron el Camel Trophy 87 como vencedores de las pruebas especiales, mientras que el prestigioso Team Spirit Award fue otorgado a los españoles peninsulares Victor Muntané y Jaime Puig.

Video completo en Inglés:

 


1986 - AUSTRALIA

En contraste con las horrorosas condiciones del profundo Borneo, en Australia 86 se cubrió la mayor distancia en la historia de los 7 Camel Trophy en el tiempo más corto. La prueba se desarrolló en el extremo norte del estado de Queensland, en la parte tropical de la Península del Cabo de York. La ruta desde el histórico asentamiento de Cooktown, mirando a la Gran Barrera de coral, llevo a las 14 naciones participantes a través de 3.218 kms de desierto antes de alcanzar su destino en Darwin, 13 días después. Se trata de una de las zonas más cálidas y húmedas del mundo, con una media de dos huracanes por año, y provista de una intrincada vegetación selvática formada por arbustos muy duros, cuyas raices crecen en ocasiones por encima del nivel del suelo. Basta recorrer unos cuantos kilómetros para entender que quería decir el capitán Cook cuando lo calificó de “tierra inhóspita”.,

En esta aventura del Camel Trophy, además de países ya veteranos en el trofeo, participaron por primera vez equipos de Australia, Gran Bretaña, Francia y Malasia. La representación española, tras el habitual proceso de selección – cada vez más duro, debido al incesante aumento de solicitudes – quedó en manos de Sergio Klein e Ignacio Aguirre, que formaron el equipo peninsular, y de Javier MENA y José Robayna, integrantes del equipo canario. Aunque solo tomaron parte 14 equipos, esta fue la edición con mas alta participación de su historia, conduciendo otra vez un Nuevo tipo de vehículo salido de las fábricas de Land Rover, el Land Rover 90. 

La expedición se reunió en Cooktown, en la costa del Pacífico bordeada por la gran barrera australiana de arrecifes de coral, con todos sus integrantes dispuestos a conducir sus vehículos hasta una lejana meta de la que les separaban un sinfín de dificultades: cocodrilos de hasta siete metros en los ríos que era preciso vadear, aparatosos accidentes, riesgos de graves enfermedades, peligrosas serpientes que incluso buscaban acomodo durante la noche en las ropas de los expedicionarios.


Las pruebas especiales, tanto las de orientación como las de dominio de los vehículos, resultaron verdaderamente duras, sobre todo si se tiene en cuenta que el trayecto era en si mismo una prueba interminable, en continua lucha contra el calor, los riesgos de deshidratación – que los aborígenes combaten untando sus cuerpos con grasa de canguro – y las numerosas averías mecánicas a que fue preciso hacer frente. El convoy progreso a través del seco y polvoriento interior haciendo una media de aproximadamente 250 kms diario durante las 2 semanas que duro la expedición.

Un momento de especial incertidumbre se produjo cuando la expedición tuvo que cruzar el río Michel (foto derecha) inagurando una nueva forma de transporte que ayudaria a forjar la leyenda del Camel Trophy: “El Rafting”. Los vehículos se colocaron sobre dos lanchas zodiac, dispuestas en paralelo, con una plataforma encima y sendos motores fuera borda. Al riesgo de hundimiento de tan inestable embarcación, se unía la presencia nada amistosa de algunos cocodrilos que, afortunadamente, no tenían el tamaño de otros contemplados días antes por los hombres del Camel Trophy. El comboy empleo 24 horas en cruzar el caudaloso río.

Todas estas peripecias se sucedieron bajo el cielo australiano con la presencia de un espectador de excepción: el cometa Halley, que en 1986 volvió a hacer visible su estela luminosa sobre nuestro planeta, suscitando una vez más esa mezcla de interés científico y temor atávico que siempre ha estado unida a su nombre a lo largo de la historia.

Es probable que algunos de los participantes intentaran descifrar en la pálida luz del astro algún signo revelador de su suerte en la prueba o que incluso le atribuyeran el rostro benévolo o esquivo que les mostraba la fortuna. La verdad es que tuvieron pocas oportunidades para entretenerse en este tipo de conjeturas, pues la dureza del recorrido exigía en todo momento una gran concentración y el máximo aprovechamiento de las horas de descanso para reponer fuerzas.
 
Al final, El equipo francés formado por Jacques Mambre (con una herida severa en la cabeza) y Michel Courvallet, que participaban por primera vez en una edición del Camel, fueron declarados ganadores en la meta de Darwin y segundos los italianos, seguidos muy de cerca por el equipo canario, que alcanzaba el mejor puesto logrado hasta entonces por los representantes españoles en el Camel Trophy, en lo que al aspecto competitivo se refiere. El premio al espíritu de aventura fue reservado para los australianos Glenn Jones y Ron Begg.

Uno de los participantes resumía con estas palabras la experiencia australiana: “ha sido un acontecimiento feliz para todos. Hemos escapado durante unos días a la monotonía de la vida cotidiana y hemos descubierto en nuestro propio ser aspectos que ignorábamos. En cierto modo ha sido una victoria de cada uno sobre sí mismo”.

Video en español con Miguel de la Cuadra Salcedo:



1985 - BORNEO

El Camel Trophy 1985, en su sexta edición llevó a los participantes hasta la segunda mayor isla del mundo, Borneo . Fue la edición que mayor número de equipos acogio hasta el momento, 16 equipos de 8 paises diferentes, incluyendo 3 nuevos participantes: Japon, Brasil y las islas Canarias. La mayor parte de la superficie de Borneo, que con sus 736.000 km2 constituye una de las islas más grandes del planeta, está cubierta por una selva densa y exuberante, formada por numerosos árboles de apreciable madera, tales como el sándalo y el alconforero, y una abigarrada vegetación. La isla está dividida en dos partes principales: la mayor, conocida con el nombre de Kalimantan, pertenece a Indonesia y se extiende por el centro, este y sur del territorio; la parte oeste pertenece a la República de Malasia, mientras que hacia el norte se en encuentra el joven país de Brunei, independiente del protectorado Británico desde febrero de 1985.
Como es habitual en todas las ediciones del Camel Trophy, entre los expedicionarios que se reunieron para iniciar la prueba en Balikpapan, localidad situada al este de la isla, había gentes de las más diversas procedencias y profesiones, desde un visitador de farmacias florentino hasta el propietario de una pizzería en Rio de Janeiro, un piloto holandés de aviones F-16 o un pianista de Japón. Un variado grupo humano, en suma dispuesto a compartir durante unos días su pasión por la aventura.
 

La organización había previsto 1600 km, que es el objetivo a cumplir en todas las ediciones, entre Samarinda en la costa este de Indonesia y haciendo una ruta circular en sentido inverso a las agujas del reloj acabo en la antigua ciudad portuaria de Balikpapan., ¿Porque hacerlo simple cuando se puede hacer complicado. Esto es sin ninguna duda lo que pensaban la organización del Camel. Se eligio la estación de lluvias para atravesar Borneo. Hasta tal punto fue complicada la ruta que a los Land Rover utilizados este año se les denomino “Submarinos amarillos”
  
Al contrario de lo que sucediera en la cita celebrada dos años antes en Zaire, el recorrido inicialmente previsto por los organizadores tuvo que ser ostensiblemente acortado. La lluvia, de nuevo volvió a ser un tremendo obstáculo a vencer durante la prueba, Y es que a causa de las lluvias torrenciales caídas sobre la isla de Borneo pocos días antes del comienzo de la prueba, los cauces de algunos ríos que en los viajes exploratorios previos se habían considerado fácilmente vadeables tenían ahora, en algunos casos más de seis metros de profundidad y producían peligrosas y rápidas crecidas en los ríos . Y del mismo modo, los caminos por los que debería transcurrir el convoy se encontraban completamente infranqueables, de ahí que fuera necesario rehacer los itinerarios y prescindir de algunas de las etapas programadas. El trazado previsto tuvo que ser modificado sobre la marcha en sus últimas etapas. Las dificultades del terreno, del que en muchos casos había desaparecido todo vestigio de camino, endentecieron notablemente la marcha del convoy. La progresión fue incluso más lenta a través de las montañas de las regiones con jungla,, del este de Kalimantan, algunas veces reduciendo la velocidad del convoy a 2 o 3 kilometros diarios.
 
En consonancia con la lujuriante vegetación, Borneo es un territorio propicio al desarrollo de una variada fauna, en la que destacan diversos tipos de orangutanes (precisamente el termino orangutan, de origen malayo, significa literalmente <<hombre de la selva>>) y una gran variedad de serpientes, como la pitón y la cobra, aunque la más destacable por su rareza es la llamada <<serpiente voladora>>, un ofidio que , al descender de los árboles, ensancha su cuerpo y llega hasta el suelo planeando.

Pero lo que realmente hizo insoportable la estancia de los expedicionarios en la selva de Borneo, fue otro tipo de fauna que parecía dispuesta a compensar su poquedad corporal con una intensa exhibición de sus habilidades punzantes: los insectos. Porque a las nubes de mosquitos, chinches y avispas que constantemente merodearon en torno a la caravana, hubo que añadir la insufrible presencia de las <<hormigas de fuego>>, cuyas mordeduras son extremadamente dolorosas. Menos mal que los aguijoneados viajeros pudieron contrarrestar sus molestias epidérmicas con los gozos de la vista, ya que ante ellos se extendía una flora de matices indescriptibles por entre la que revoloteaban algunos ejemplares de la Ornithoptera brookeana, a juicio de los entomólogos, la mariposa más bella de la creación.

De todas formas, la selva de Borneo fue muy difícil de traspasar, y tan solo pudieron recorrerse 400 kilometros durante los quince días que duro la prueba. Todo un record de paciencia en la historia del Camel Trophy. Y eso que en las últimas etapas los conductores permanecían hasta las cuatro de la madrugada al frente de sus vehículos y la marcha volvía a iniciarse tan solo tres horas después. No obstante, la meta de Samarinda quedaba aun muy lejos, y los responsables de la prueba optaron por variar el recorrido de las últimas jornadas y trazar una ruta de retorno a Balikpapan. Quedó claro, por tanto, que el adjetivo <<impenetrable>> aplicado a este rincón del planeta es algo más que un tópico.


Durante la prueba y habida cuenta de las inmejorables condiciones que el escenario ofrecía para ello, se ensayaron nuevos métodos, basados en el empleo de balsas neumáticas, para vadear ríos cuando es evidente que los automóviles no pueden hacerlo por si mismos. 

Los resultados de la experiencia habrían de ser convenientemente aprovechados en la edición celebrada al año siguiente en territorio australiano.

Todo el convoy fue engullido por una pista inundada de barro, pista por la que solo consiguieron avanzar 300 m en 24 horas.
Para salvar el total bloqueo terrestre a que se encontraba sometida la expedición, hubo que buscar una salida aérea. De esta forma, un potente helicóptero Sicorsky, fue trasladando a la totalidad de los Land Rover 90 que formaban el convoy suspendidos dentro de una red sobre el impresionante paisaje de la isla a través de millas de bosque inundado, donde sin ninguna duda, de no ser por esta ayuda, habrían permanecido allí hasta la siguiente estación seca.
  En medio de numerosas dificultades fueron desarrollándose las nueve pruebas especiales que servirían para determinar el ganador del trofeo. Los equipos italianos partían como claros favoritos, habida cuenta del excelente papel que los representantes de este país habían desempeñado en anteriores ediciones. Pero lo cierto es que defraudaron o, simplemente tuvieron que ceder ante la mejor actuación de uno de los equipos alemanes formado por Heinz Tallin y Bernd Strohdach, que consiguió alzarse con el triunfo, seguido por un equipo japonés. 

El otro elemento significativo, por primera vez introducido durante Borneo 85, fue la inclusión del trofeo al Espíritu de equipo, otorgado al equipo, el cual según la opinión y juicio del resto de equipos participantes, reflejase el compañerismo y camaradería de la prueba. El trofeo <<Espíritu de equipo Camel Trophy>>, fue a parar a manos de los equipos brasileños, en concreto a los simpáticos participantes brasileños, Carlos Probst y Tito Rosenberg, fundamentalmente por el valor y la capacidad de entrega demostradas, ya que sus integrantes fueron capaces de continuar en la prueba después de sufrir un aparatoso accidente en el que se precipitaron con su vehículo por un barranco de diez metros. Fue una edición donde los vuelcos fueron numerosos. Los primeros fueron los suizos que salieron disparados de una rodera, seguidos por los alemanes en las mismas circustancias. Otros 3 Land Rover corrieron la misma suerte durante las 24 horas siguientes. Todo un record para batir, 6 vuelcos y 18 metros de caida del vehículo del equipo italiano. 

La segunda posición en este trofeo la ocuparon los representantes canarios. Entre sus meritos, destacó el hecho de que cambiaran el embrague de su vehículo en un tiempo record y el ser los primeros en vadear un río de gran anchura, después de que otros cinco equipos lo hubieran intentado sin éxito.

Video resumen en Inglés:
 
 

jueves, 12 de febrero de 2015

1984 - BRASIL

En 1984, para celebrar su quinto aniversario, el Camel Trophy retornó al escenario brasileño, aunque en esta ocasión el itinerario transcurrió por una ruta diferente. El punto de partida se situó en Itaiuba, a orillas del río Tapajoz (afluente del Amazonas por el sur), y el convoy avanzó en dirección noroeste hasta llegar a Manaos, capital del estado de Amazonia, tras recorrer más de 1000 millas durante dieciséis días de aventura. En esta ocasión los organizadores volvieron a elegir vehículos Land Rover, aunque variaron el modelo con respecto al año anterior. Este año eligieron el Land Rover 110.
 
Este año compitieron 6 naciones, incluyendo a Bélgica como participante por primera vez, y cada nación llevo a 2 equipos, siendo esta edición la más multitudinaria hasta el momento.

La ruta seleccionada eligió de Nuevo la famosa autopista Transamazonica, pero esta vez comenzando en Santarem, donde la edición de 1980 había terminado, y finalizando en Manaus, capital de la provincia amazonia, junto a la confluencia del gran Amazonas y también el impresionante Río Negro.

Una particular estación extremadamente lluviosa en el 84 hizo que la ruta originalmente programada fuese imposible de hacerse, así que se busco una alternativa. Sin embargo, la alternativa no fue mucho mejor ya que los equipos no salían de los interminables barrizales con sus 110. 


 Para hacerse una idea de las dificultades que los expedicionarios tuvieron que afrontar, baste con pensar que una de las etapas, atravesó la zona da Jacarea-Canga, en la que se han detectado más de 1000 tipos de malaria. Por otra parte, anacondas, serpientes cascabel, pumas, jaguares, pirañas, caimanes, iguanas y otros muchos habitantes de la selva amazónica y de sus aguas fueron testigos de excepción del paso de los aventureros a través de parajes en los que se dan cita las más variadas especies animales y vegetales, muchas de ellas completamente desconocidas en Europa.
 
 Tres veces el avance de los equipos fue interrumpido por puentes dañados o destruidos, cada uno con alturas superiores a los 12 metros sobre el nivel de las aguas. Los primeros problemas surgieron con el hundimiento de un endeble puente de 10 metros de ancho sobre el río Tapajos, en el preciso momento en que uno de los Land Rover se disponía a atravesarlo. Faltó muy poco para que el vehículo y sus conductores cayeran al río con los maderos del puente.

Este incidente provocó una de las escenas más insólitas de toda la historia del Camel Trophy. Poco después del mencionado hundimiento, un grupo armado formado por una veintena de buscadores de oro apareció súbitamente frente al convoy y acusó a sus integrantes de la destrucción del puente, obligándoles a construir uno nuevo. Para la laboriosa construcción del puente se utilizaron troncos atravesados entre ambas orillas, tarea que se llevo a cabo con la ayuda de poleas y cabestrantes, y entre los troncos se dispusieron las planchas de desatasco para facilitar el paso de los vehículos.

Estos buscadores de oro, los célebres garimpeiros – moradores de los garimpos o poblados – son personajes verdaderamente singulares. Generalmente se trata de antiguos habitantes de las zonas más pobres de las grandes urbes brasileñas que han abandonado sus lugares de origen con la esperanza de encontrar en la selva el oro necesario para cambiar sus vidas. Trabajan de sol a sol, removiendo la tierra y llenando pesados sacos que acarrean hasta las mesas de los lavaderos, para obtener cada día, en el mejor de los casos, un par de gramos de oro que cambian por medicamentos y comida a los comerciantes que se acercan por la zona.

Pero no siempre los peores problemas con que se enfrentan los garimpeiros son los derivados de las penosas condiciones de vida o de los peligros de todo tipo que acechan en el interior de la selva amazónica. Ya avanzada la prueba, concretamente a la salida del poblado de Montanha, la expedición encontró a uno de estos buscadores de oro cosido a puñaladas, y aunque el médico del convoy se ocupó inmediatamente de él, no pudo hacer nada por salvarle. El herido había perdido mucha sangre y murió a las pocas horas.

 Las dificultades fueron muy numerosas. Además de poner de manifiesto sus magníficas condiciones físicas, su capacidad de resistencia y sus habilidades para conducir sobre terrenos plagados de obstáculos, en esta ocasión los participantes del Camel Trophy tuvieron que demostrar también sus conocimientos de mecánica, pues la organización decidió que fueran los propios conductores quienes hicieran frente a los problemas técnicos que sufrieran los vehículos, en lugar de permitir el auxilio de mecánicos especializados, tal como había ocurrido en ediciones anteriores. De esta forma, fueron varios los equipos que se vieron obligados a detener su marcha durante varias horas para reparar las averías de sus maquinas, con el consiguiente esfuerzo necesario para intentar recuperar el tiempo perdido y enlazar con el resto del convoy.
 
El aspecto competitivo de la aventura se dirimió por medio de doce pruebas especiales, donde se conjugaron, como siempre, la destreza, el aplomo, la inteligencia y la velocidad de los participantes, aunque en esta ocasión, por los motivos antes apuntados, las dificultades mecánicas fueron mayores, y nada menos que cuatro vehículos tuvieron que ser abandonados en la selva. El vehículo belga cayo de un puente cuando lo estaban cruzando a una velocidad elevada. El equipo español choco con un árbol en otra de las pruebas especiales. Después de un gran esfuerzo los 12 equipos finalmente llegaron a su destino. Por segunda vez en 3 años, un equipo italiano, este año compuesto por Mauricio Levi y Alfredo Redaelli, por un escaso margen de puntos sobre los alemanes Volker Lapp y Ulrico Schum. Fueron precisamente los alemanes quienes conquistaron el codiciado trofeo al “Espíritu Camel”, otorgado por votación entre los participantes y organizadores.

La participación de España, representada en esta ocasión por dos equipos – uno peninsular y otro canario –, fue muy destacada. Así lo reconocieron los organizadores de la prueba al instituir un premio especial al pundonor, para distinguir el comportamiento de los canarios Armando Sosa y José Joaquín Moreno. Por su parte, el equipo representante de la península compuesto por Alfonso Lerma y Alvaro Domínguez, obtuvo una excelente segunda posición en la designación del “Espíritu Camel Trophy”.

Video resumen en Inglés: